LA IMPORTANCIA DE DESCANSAR

Como resultado del profundo proceso de digitalización del mercado y la modernización de las estructuras empresariales, las exigencias del mercado laboral han cambiado de forma significativa.

La relación de trabajo es un nexo jurídico entre empleadores y trabajadores. Existe cuando una persona proporciona su trabajo o presta servicios bajo ciertas condiciones, a cambio de una remuneración. Hay un elemento fundamental, que va más allá de lo que presta el trabajador a la empresa: es el equilibrio entre la vida laboral y personal. Trabajar para vivir o vivir para trabajar: así pasa factura el agotamiento laboral.

La sociedad laboral quiere a trabajadores que dediquen la mayor parte de su vida a trabajar, y cuando le preguntas a una persona laboralmente activa, qué tiene pensando hacer el fin de semana o en sus vacaciones, en su mayoría te responde: voy a aprovechar el tiempo que tenga para descansar. Como varios expertos en Psicología dicen: para descansar no hace falta vacaciones, sino ser capaz de parar.

Dormir y descansar puede parecer lo mismo, pero no lo es: descansar es cesar una tarea y hacer que tanto mente como cuerpo se relajen con el fin de recuperar energía. Si lo extrapolamos a nuestro día a día, descansar es dedicar tiempo en calma a algo que te guste y te relaje. Entonces, ¿para descansar tengo que estar dormido? No necesariamente. Puedes descansar dándote un baño relajante, tumbándote un ratito en el sofá con una manta y una película, sentándote en una silla después de haber salido a correr, meditando después de un duro día de trabajo, disfrutando de un libro en tu mágico rincón de lectura, entre muchas otras.

Hoy en día, todo lo que nos rodea (el estrés, la rutina, la actividad constante, etc.) nos invita a estar en un estado de atención permanente. Hace falta tener tiempo y dormir las horas indicadas según tu edad, para descansar y retomar con más energía nuestras actividades del día a día.

La mayor demanda a nivel laboral que piden las empresas a los trabajadores es el tiempo que le dedican a su trabajo. Y si no sabes desconectarte, o no logras el equilibrio, colapsas. Esta saturación puede hacer que nos sintamos incapaces de procesar o seleccionar la información importante y ha demostrado que esto afecta negativamente a la salud mental, nuestras relaciones y el bienestar emocional.

El trabajo, ya sea físico o intelectual, requiere un esfuerzo que provoca un desgaste; por tanto, el descanso laboral es la manera de lograr que el empleado se recupere de ese sacrificio, se relaje, vuelva a tener fuerza y energía y pueda seguir desempeñar sus funciones a pleno rendimiento.

El descanso no tiene que ser una medida de rescate a una situación incontrolada de agotamiento y saturación, sino una práctica continua y programada que forme parte de nuestro día a día. El descanso laboral es un derecho de los trabajadores y una obligación de las empresas. Siendo un indicador de buenas prácticas en la organización. El descanso debería poder realizarse cuando las personas lo necesiten en función del ritmo y las exigencias del propio trabajo. También es cierto que la organización y las personas deberían recibir enseñanzas y orientaciones previas para la promoción de su salud, a cargo de profesionales de la prevención, con la finalidad de que se tome conciencia de la importancia de la distribución de las pausas y su duración acorde a la actividad laboral. Por exigencias del proceso u otras razones, muchas veces injustificables, las personas no suelen disponer de tal libertad de elección. Recordemos que no sólo es esencial para el trabajador, sino que también es de vital importancia para los intereses del propio empresario o empleador, ya que sirven para asegurar el rendimiento a largo plazo y aumenta la productividad al controlar cómo rinde cada trabajador. El descanso durante la jornada laboral debe ser considerado como tiempo de trabajo. El descanso podrá desarrollarse en condiciones satisfactorias y debidamente controladas siempre que se disponga del tiempo y la frecuencia necesaria, del espacio idóneo y de suficiente calidad en su contenido, o bien, será deficitario, repercutiendo negativamente en el trabajo y en la propia persona.

Sin descanso difícilmente podremos afrontar una larga jornada de trabajo o disfrutar profundamente de una tarde con los nuestros. Y es que el descanso es un factor clave para nuestra salud y nuestro bienestar a todos los niveles.

Elisabet Ingrid Gentile Carrera
Médico Ocupacional, Auditor Medico y Docente
Miembro de ICOH, SOPESO y SOMOMA
Escritora: Nuestra situación actual