Plataforma Laboral Life

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LA DUALIDAD EMOCIONAL DEL ESPECIALISTA EN SEGURIDAD Y SALUD LABORAL

La Real Academia Española(en adelante RAE) de la lengua define a Positivo/a referido a una persona como ”Optimista, inclinada a ver el aspecto favorable de las cosas.” Por el contrario, la RAE define a una persona Negativa como “Pesimista, inclinada a ver el aspecto desfavorable de las cosas.”

Los especialistas en Seguridad y Salud laboral que sienten pasión y están comprometidos con su cometido, conviven a menudo en un estado emocional entre dos extremos, la positividad y la negatividad.

Nuestro trabajo consiste en ponernos siempre en la peor situación posible, en la materialización de un daño a los profesionales. Este hecho, tan característico de nuestra profesión hace con frecuencia que aquellas personas que asesoramos nos digan que somos unos cenizos, que siempre nos ponemos en lo peor, que somos muy negativos y una serie de comentarios por el estilo. Y así es, para que negarlo, debemos de saber ver en cada situación, la consecuencia más desfavorable que puede ocurrir en un proceso para así prevenirlo eficazmente. Cuando un profesional con cierta experiencia ha estudiado muchos incidentes y accidentes vemos paralelismos en cualquier circunstancia. Al convsersar de la probabilidad de un accidente con un responsable o un/a trabajador/a y este/a nos mira incrédulos reseñando que eso nunca a pasado aquí, porque iba a pasarnos ahora, nos vemos citando una y otra vez al replicante Roy Batty en Blade Runner “Yo he visto cosas que vosotros no creeríais”. Como los antiguos emperadores romanos, tenemos presente en todo momento que la muerte no avisa, Memento Mori.

James Reason y su modelo del queso suizo de causalidad de los accidentes es un claro ejemplo. No nos basta con disponer de un sólo sistema de seguridad, debemos tener en cuenta que este puede fallar. Los profesionales de la seguridad damos por hecho que un proceso no es realizado con seguridad si al menos no existe un plan B de seguridad (mejor si hay C, D….) en caso de que algo vaya mal. Otro claro ejemplo es el bueno de Sidney Dekker que en vez de subirse al maravilloso carro de la utopía de “Daño Cero”, entiende que la ausencia de reportes de incidentes, lesiones, anomalías, etc, lejos de ser una señal de una gestión eficaz en seguridad, tiene un trasfondo de una organización que se reorganiza para eliminar indicadores que informen de fallos en el sistema de seguridad. Por temas como este es considerado el Anarquista de la seguridad.

Sin embargo, si bien no podemos separarnos de nuestra negatividad profesional, tampoco podemos hacerla de nuestra positividad. Y es que el buen profesional en seguridad busca en los accidentes o incidentes, la/s causa/s para evitar la repetición del suceso indeseado en el futuro. ¿Cómo creen que se redactan las normativas en seguridad y salud laboral? ¿Creen que surgen de la mente colectiva de un grupo de expertos que visualizan requerimientos de seguridad que nadie ve? La realidad es que la normas y legislaciones están construidas sobre la manifestación de que sin esos requerimientos han ocurrido accidentes y enfermedades profesionales en el pasado. Que importante esta circunstancia y todo lo involucrado en aprender de los errores en el concepto de Human and Organizational Performance (HOP), que desarrollo el Departamento de Defensa de los Estados Unidos durante la década de los 2000. Así ocurre compañeros/as, sacamos provecho incluso de aquellas circunstancias indeseables. Erik Hollnagel ya propuso un modelo “positivo” de seguridad en 2010 cuando propuso su teoría Safety II. Esta teoría insiste en la necesidad de cambiar el enfoque de una seguridad centrada en lo que va mal en materia de seguridad por un enfoque centrado en las cosas que son seguras y están funcionando bien (Pensamiento Innovador en seguridad, Foment del Treball Nacional e I+3 consultores):

No descubro nada cuando afirmo que no somos profesionales que tengamos un reconocimiento en España. Quizás lo más bonito que le hayan dicho a muchos profesionales en su carrera profesional es que son un mal menor que hay que tener en las empresas porque nuestro trabajo es obligatorio. Pero creo que no me equivoco al pensar que el buen profesional no necesita halagos (que nunca sobran) porque como estoicos, vivimos conforme a nuestra conciencia y actuamos con integridad a nuestros principios. Qué profesional que se precie no llega a un centro comercial y lo primero que hace no es sino mirar el número de extintores, la señalización de seguridad y como evacuar el centro en el menor tiempo posible. Nuestro objetivo no es marcar goles, ni siquiera pararlos, por tanto no nos espera gloria. Somos en el argot futbolístico como la defensa cuyo equipo pierde 1-0, aunque la actuación haya sido excelente. Pero como no ser positivos, si sabemos que estamos salvando vidas y evitando daños a nuestros profesionales para su presente y su futuro. Leí una vez en un libro que describía el caso de una gran empresa que contrataba para su servicio de ventas a los profesionales con mejor curriculum (se lo podrían permitir), sin embargo las ventas no mejoraban. Así que contrató a un prestigioso psicólogo para que realizase un modelo de reclutación eficaz para las ventas. Entre sus muchas conclusiones obtuvo que era mejor contratar personas positivas que sobrecualificadas, no en vano en el sector de ventas, lo normal es que de 10 ofrecimientos, nos rechacen 9 veces. Los especialistas en seguridad no dejamos de ser vendedores. Vendemos seguridad, que buen producto no les parece, pero que frecuentemente nos lo rechazan. Pero como he indicado anteriormente, los profesionales nos reponemos porque nos motiva nuestra fuerza interior de cambiar las cosas. Y si, 28 años después de la Ley 31/1995 de prevención de riesgos laborales seguimos cambiando cosas. Cosa distinta de lo anteriormente citado es que dentro de las organizaciones, lejos de motivar, terminan desmotivando al que viene motivado de casa. Una cosa es ser positivo y otra es no ser humano y por tanto inalterable a los factores psicosociales.

Así somos los buenos profesionales de seguridad y salud laboral (yo me incluyo porque para mi un buen profesional no es el que sabe mucho de una materia, sino el que tiene ganas de mejorar día a día y ama lo que hace), personas que durante una misma jornada laboral se mueven de extremos positivo a negativo de manera tan natural como el respirar.

José María Martín Ojeda.
Técnico Superior de PRL


Lunes, 29 de mayo de 2023

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