Plataforma Laboral Life

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LÍDERES PARA EL FUTURO

Siempre he pensado que hay demasiados jefes y pocos líderes en nuestro entorno organizacional y empresarial; también político. Es fácil ver los problemas existentes en la gestión de las organizaciones como en la gestión política. En ese sentido, creo que es necesario aprender día a día, de lo que otros te pueden ofrecer con sus hechos y con sus palabras para poder crecer personal y profesionalmente. Por ello, conocer mejor cómo pueden ser los mejores líderes para aprender de ellos y ellas, es una clave para ser buen/a líder y mejor persona.



¿Qué hace ser un buen líder?



1. Demostrar una ética fuerte y proporcionar una sensación de seguridad: Tener altos estándares éticos y morales (el 67% de los participantes en un estudio sobre la percepción del líder, lo escogieron como una variable muy importante) y comunicar claramente las expectativas (56%) son dos elementos básicos para crear un entorno seguro y de confianza. Un líder con altos estándares éticos transmite un compromiso con la justicia, y genera confianza en que, tanto él o ella como sus trabajadores, respetarán las reglas del juego. Del mismo modo, cuando los líderes comunican claramente sus expectativas, garantizan que todos los miembros del equipo trabajen en la misma dirección. En un entorno seguro, los trabajadores se pueden relajar y disponer de mayor capacidad para la participación social, la innovación, la creatividad y la ambición. La neurociencia corrobora este punto. Desde una perspectiva neurocientífica, asegurarse de que la gente se sienta segura debería ser la primera tarea de cualquier líder. Pero, ¿cómo lograrlo? Se trata de comportarse de forma acorde a los valores. Si estás tomando decisiones que parecen no casar con tus principios, o justificando acciones a pesar de una persistente sensación de incomodidad, probablemente necesitas reconectar con tus valores básicos. Para aumentar la sensación de seguridad, es importante esforzarse en COMUNICAR con la intención de hacer que la gente se sienta segura.

2. Permitir que el equipo se organice. Orientar de forma clara, permitiendo a los profesionales organizar su propio tiempo y trabajo, fue identificado como la siguiente capacidad de liderazgo más importante. Ningún líder puede ocuparse sólo. Por tanto, es imprescindible repartir las responsabilidades entre su equipo y en toda la organización y depender de las decisiones que tomen quienes se encuentren más próximos a la acción. Las investigaciones han demostrado reiteradamente, que los equipos con esta libertad son más productivos y proactivos, proporcionan una mejor atención al cliente y demuestran niveles más altos de satisfacción laboral y compromiso con sus equipos y organizaciones. Y, aun así, a muchos líderes les resulta difícil permitir que la gente se organice, porque temen que los demás cometan errores y con ello, enfrentarse a las consecuencias negativas.

3. Fomentar la conexión y el sentimiento de pertenencia. Los líderes que "se comunican a menudo y abiertamente" y "crean una sensación de triunfar y fracasar juntos como equipo" desarrollan una fuerte base para una buena relación. Somos una especie social, queremos conectar y sentir que pertenecemos al grupo. Desde una perspectiva evolutiva, el apego es importante porque mejora las probabilidades de supervivencia. Las investigaciones sugieren que una buena relación podría tener un impacto también en la productividad y en el bienestar emocional. Por ejemplo, los científicos han concluido que las emociones son contagiosas en el lugar del trabajo. Los trabajadores se sienten emocionalmente agotados al observar interacciones desagradables entre compañeros de trabajo. Desde una perspectiva neurocientífica, crear una buena relación es la segunda tarea más importante de un líder. Una vez que nos sintamos seguros, también nos sentiremos cuidados. Existen formas sencillas de estimular el sentimiento de pertenencia entre los profesionales: sonreírles, llamarles por sus nombres y recordar sus intereses y los nombres de sus familiares. Prestar una atención concentrada al hablar con ellos y expresar claramente que los miembros del equipo se apoyen mutuamente. Tener un lema, símbolo, cántico o ritual que identifique al equipo de modo único, también puede fortalecer esta sensación de conexión.

4. Mostrarse abierto a las ideas nuevas y fomentar el aprendizaje. Reconocer que no tenemos razón no es fácil. Los efectos negativos del estrés sobre la función cerebral dificultan el aprendizaje. Para fomentar el aprendizaje entre trabajadores, los líderes primero han de asegurarse de estar abiertos al aprendizaje (y a cambiar de rumbo) ellos mismos. Intentar abordar las conversaciones de resolución de problemas sin una agenda ni un resultado específico en mente. Evitar emitir un juicio hasta que todos hayan hablado, y hacer a la gente saber que se considerarán todas las ideas. Una mayor diversidad de ideas emergerá. Los fracasos son necesarios para el aprendizaje, pero nuestra búsqueda implacable de resultados también puede desanimar a los profesionales a arriesgarse. Para resolver este conflicto, los líderes han de crear una cultura que apoye la toma de riesgos. Esto proporciona el desarrollo de la inteligencia cognitiva, para que los trabajadores aprendan de los errores de sus compañeros también.

5. Fomentar el crecimiento. "Está comprometido con mi formación continua" y "Me ayuda a crecer para convertirme en un líder de próxima generación" conforman la última categoría. Todos los organismos vivos tienen la necesidad inmediata de maximizar las probabilidades de éxito de su descendencia al alimentarla y enseñarla. A su vez, los que se encuentren en el lado receptor experimentan una sensación de gratitud y lealtad. Pensar en la gente a la que más agradecido te sientes (padres, profesores, amigos), porque han cuidado de ti o te han enseñado algo importante, ayuda. Cuando los líderes demuestran compromiso con nuestro crecimiento, se aprovechan las mismas emociones primordiales. Los trabajadores se sienten motivados para devolver lo recibido a través de gratitud y lealtad y hacen un esfuerzo adicional. Gestionar desde el miedo genera estrés, sin embargo, la calidad del trabajo difiere mucho cuando sentimos una obligación basada en el agradecimiento. Si quieres conseguir lo mejor de tu equipo, lucha por ellos, apoya su formación y promoción y rompe una lanza a favor de sus proyectos importantes.

Estas cinco áreas presentan importantes retos para los líderes debido a las respuestas naturales que tenemos biológicamente programadas. Pero con una profunda autorreflexión y un cambio de perspectiva, también existen oportunidades enormes para mejorar el rendimiento de todos al centrarnos en el nuestro propio.



Y todo ello con algunas claves que ayudan:



1. Estar presente en cada momento. La presencia no es una elección sino una necesidad. Si no puedes estar centrado, es mejor que no tengas una reunión. Tu responsabilidad es estar completamente presente para utilizar eficazmente el tiempo limitado que tienes con cada persona. Y estar presente de forma consciente requiere disciplina y habilidad. Estar presente se convierte en la piedra angular para aprovechar al máximo cada momento con cada persona.

2. Planificar nuestra presencia. Todas las mañanas, destinar parte del tiempo a caminar, saludar a personas y conocerlas. Memorizar nombres y los nombres de su familia. Mostrar un interés sincero en sus vidas. También escribir cartas de agradecimiento para reconocer esfuerzos extraordinarios. Cuando la gente atraviesa momentos difíciles, buscarles para darles mensajes personales de ánimo. Estos comportamientos no son solo estrategias para mejorar la productividad; son esfuerzos sinceros de apoyar a la gente, de ser accesibles y mostrar que nos importan, ofrecer nuestra ayuda, pedirles ayuda, con sentido del humor, siendo optimistas, con tiempo para charlar y con actitud relajada y abierta.

3. Hacer menos, ser más. Hay alguien que ha descubierto que cuando un profesional acude con un desafío, a veces requiere una solución sencilla. Pero a menudo, el problema solo necesita ser escuchado. Muchas situaciones simplemente necesitan un oído, no una reacción. A menudo, los problemas no requieren soluciones, requieren presencia y tiempo. Como líderes, tener la capacidad de estar completamente presente y escuchar con la mente abierta a menudo es la forma más potente de resolver problemas. La presencia en sí misma puede ayudar a resolver el problema y también crea una mayor conexión.



Tres acciones clave que pueden ayudar a que las cinco áreas encuentren el espacio adecuado para ser mejores líderes y mucho mejores personas.

Joan Carles March Cerdá
Profesor Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP)
Divulgador científico en Salud 


Domingo, 12 de marzo de 2023

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