SALUD LABORAL Y PRODUCTIVIDAD

Hablamos de productividad como algo que tenemos asegurado en las compañías y como si realmente estuviéramos haciendo lo correcto con las métricas y como manejamos la información sobre esto.

Desde siempre, en mi carrera profesional, me he encontrado con la dificultad que tenemos de forma general en las organizaciones para decirle a cada persona que no está cumpliendo con esa “productividad exigida” y, que se considera necesaria en cada compañía. No nos gusta contar lo negativo, pero esto es para otro día.

Está claro cuando se trata de datos objetivos, numéricos, como en el mundo de las ventas, pero cuando hablamos del resto…. Poco que aportar y difuso en muchas ocasiones.

Y ¿cómo queremos que se alcance una productividad que nadie sabe realmente cuál es?, que depende de las prisas del momento, de quién está en la dirección, del proyecto, etc. El día a día nos come y eres productivo si llevas a cabo aquello que se espera de ti ¿y que se espera de mí? Cri, cri cri…

Además, no sólo queremos tener claro que cada persona alcanza la productividad en su puesto de trabajo, sino que queremos que tenga la mejor salud laboral, en esas horas productivas, que está con nosotros.

Cada vez tenemos más presente que las organizaciones deben fomentar esa calidad de vida y convertirse en empresas saludables, y estamos trabajando en ello, esto es palpable ya en muchas compañías que invierten en esa salud laboral de cada persona. Os recomiendo una lectura al respecto, “Organizaciones Saludables” de Marisa Salanova junto con Susana Llorens e Isabel M. Martínez, que nos hace utilizar la mirada desde la psicología positiva para poder llegar a esas organizaciones que todos anhelamos.

Y en este momento de análisis de esa mejora de las condiciones, debemos tener en cuenta que cada vez más, se están tomando decisiones de dejar aquellos trabajos que no nos satisfacen, la denominada “Gran renuncia” en US se ha trasladado al resto de países del primer mundo, abanderada por la insatisfacción, y fomentada por la falta de calidad de vida.

Si cada día nos cuesta más levantarnos para estar en nuestro trabajo, tenemos que hacer un análisis de que es lo que nos mantiene en él, en eso estamos trabajando ahora para conseguir esa calidad laboral, pero en qué consiste ¿en sentirnos bien solamente? No solo, debemos de sentirnos bien emocionalmente, físicamente, económicamente, socialmente.

Como analizamos cada una de estas áreas, empezando por las costumbres físicas van a hacer que nos encontremos mejor, hoy en día estamos continuamente viendo iniciativas de las empresas para tener una vida más saludable físicamente, desde el puesto de trabajo, totalmente ergonómico hasta fomentar el uso de escaleras, la ingesta de alimentos como fruta, y dejar preparados y procesados, hasta las salidas en carreras, y otros deportes, fomentando todo el ejercicio que podamos hacer.

Esta parte clara, pero llegamos a la salud mental, que también debemos cuidarla, los horarios, la desconexión digital básica para ello, utilizar el teletrabajo es una opción, pero no solo, valorar las responsabilidades, que es lo que hace que tengamos más peso psíquico y que nos cueste más avanzar en el día a día.

Es importante, también, la salud financiera, debemos poder mantener nuestro nivel de vida, sabiendo que no vamos a tener problemas para lo que denominamos “llegar a fin de mes” y que tenemos nuestras necesidades habituales están cubiertas y poder afrontar los imprevistos que puedan surgir, le dedicamos poco tiempo a esta parte, menos del que realmente deberíamos, podéis ver un artículo que escribí sobre este tema, del que habitualmente nos olvidamos y que podéis encontrar en LinkedIn y en https://www.elespanol.com/invertia/disruptores-innovadores/opinion/20211120/preocuparnos-ocuparnos/628557139_12.html el título lo decía todo, preocuparnos mucho, ocuparnos poco, debemos pasar a la acción y conocer si nuestros empleados tienen problemas.

Tenemos más de que “ocuparnos”, esa salud social, la implicación que tiene nuestro trabajo con nuestras relaciones profesionales, pero también personales, ese reconocimiento que en muchos casos no damos ni dentro ni fuera de las organizaciones, y como humanos que somos, necesitamos sentirnos bien con nosotros mismos y con los demás.

Si tenemos nuestras fuentes de salud cubiertas, podemos estar bien en la empresa y ahí, sólo ahí, es cuando podemos conseguir productividad real, siempre y cuando, y he insistido desde el principio nos definan cual es la productividad necesaria en cada compañía y en cada posición, porque si no, caeremos en el segundo punto y volveremos a tener en riesgo la salud psíquica de los trabajadores, dejemos claro que esperamos de cada persona, y que vamos a poner a su disposición para conseguirlo. Si queremos seguir creciendo en una compañía y desarrollando bien nuestras funciones, éstas, tienen que estar perfectamente definidas.

Somos seres vivos, como las plantas a la que tenemos que cuidar para que florezca, no lo olvidemos, empezando por cuidarnos nosotros mismos.

Mercedes Vázquez Martínez
Dirección de Personas