Plataforma Laboral Life
El bien común se entiende como el bien de todos. Tradicionalmente, se ha contrapuesto el bien común con el bien particular. Esta contraposición tiene dos caras, si se busca el bien común se debe sacrificar el bien particular; y si se busca el bien particular ha de ser a costa del bien común.
En realidad, creo que esta contraposición entre bien común y bien particular es una falsa dicotomía y que se debería hacer realidad la visión utópica de Adam Smith que el siglo XVIII defendía que con el libre mercado los emprendedores buscarían su interés particular y, a la vez que contribuirían al bien común.
Hay que completar la definición de bien común añadiendo que es el bien de todos y de cada uno. Eso significa que no se puede perseguir el bien común a costa del bien de las personas individuales. Y que perseguir el bien particular sin beneficiar a nadie más, se vuelve contra uno mismo, tarde o temprano. En el fondo el bien común y el particular han ir en la misma dirección o, de lo contrario, no se tendrá ni lo uno, ni lo otro.
Aplicando estas ideas a la empresa, la visión tradicional se traducía en considerar que el bien común era que la empresa prospere para dar beneficios y pagar salarios, y que la prosperidad de la empresa requería el sacrificio de sus empleados, en forma de jornadas interminables, gran esfuerzo y sumisión total a la dirección. Ahora sabemos que esta idea es sencillamente falsa, las empresas prosperan no gracias al sacrificio de sus empleados si no gracias a su bienestar, porque la clave es la productividad. Los empleados comprometidos con su trabajo aparecen en empresas que se preocupan de su seguridad laboral, de su salud, de su conciliación familiar y de su promoción en función de los méritos y son empleados creativos, productivos y eficaces que pueden hacer frente a un mercado cambiante que requiere continua adaptación.
La responsabilidad de las empresas en la seguridad y salud se sus empleados, está reconocida por los organismos internacionales como la Organización Internacional del Trabajo y plasmada en la legislación de la inmensa mayoría de los estados democráticos.
La administración tiene la competencia de inspeccionar las condiciones laborales y aplicar las sanciones que se deriven. Un sistema de inspección y sanción es necesario para que se respeten las condiciones laborales, pero no es suficiente. La psicología social ha demostrado fehacientemente que los cambios culturales, como los de cultura de empresa, no se consiguen mediante sistemas punitivos sino cuando las personas e instituciones implicadas se convencen de que el cambio cultural es beneficioso.
Sabemos que las personas tienen a seguir las normas legales solamente cuando creen que puedan ser sancionados por no cumplirlas. Por el contrario, se siguen a rajatabla las normas sociales. La teoría de norma social defiende que las personas cumplirán la normas que creen que la mayoría de sus iguales aprueban y cumplen. Es decir, que todas las informaciones y noticias sobre corrupción, incumplimiento de normas laborales, trabajadores explotados, o enriquecimiento indebido están enviado el mensaje de que nadie cumple con las normas. En realidad, los infractores son una minoría, pero seguirán prosperando en la medida que se crea que son mayoría y que por incumplir la norma laboral ahorran costes y obtienen un beneficio competitivo. Frases como nadie cumple la normativa de salud ocupacional, por ejemplo, pueden tener efectos devastadores.
Por eso es necesaria la transparencia en la gestión empresarial y en la de la administración y que las empresas que cumplen con todas las normativas lo dejen bien claro para combatir la impresión de te todo el mundo es igual. En necesario que se manifieste, más allá del cumplimiento de la normativa estrictamente hablando la voluntad de avanzar en crear climas de bienestar y condiciones laborales dignas que faciliten el aumento de la productividad de los empleados. En ese sentido, el “Pacto Solidario” que postula Plataforma Laboral Life parte de los legítimos intereses de trabajadores y de las empresas dentro del marco de las conclusiones de la reciente Conferencia de la OIT (Organización Internacional del Trabajo) en Ginebra en mayo-junio de 2022, que va en este sentido el de expresar el sentir de la mayoría social a favor de la empleabilidad responsable y de la gestión ética, respetuosa y compartida de las empresas. Se trata en definitiva que la empleabilidad en empresas públicos y privados y, siempre, sea en beneficio del beneficio del bien común, o sea de todos y de cada uno.
Jordi Fernández-Castro
Universidad Autónoma de Barcelona