LA RESPONSABILIDAD SOCIAL CORPORATIVA Y SU REPERCUSIÓN EN LA EMPRESA SALUDABLE

El término de Empresa saludable lo definió la OMS en el año 2010 como “un entorno de trabajo saludable es aquél en el que los trabajadores y Jefes colaboran en un proceso de mejora continua para promover y proteger la salud, la seguridad y bienestar de los trabajadores, y la sustentabilidad del ambiente de trabajo”

El dilema que nace es si hablamos de Responsabilidad Social Corporativa, ó Solidaria Responsabilidad Empresarial, términos que no son equiparables, pero que en el camino pueden llegar a encontrarse.

Nos preguntamos a su vez si es plausible una RSC en los tiempos actuales, y a qué obedece la nueva Reglamentación Europea que está por llegar el año próximo 2025, con la Directiva UE CSRD 2023/24647UE, no traspuesta hoy en día a nuestra legislación, y que obligará a las empresas con más de 250 trabajadores en plantilla.

Las empresas que quieran ser Sostenibles han de ser garantes de la seguridad y salud de sus trabajadores, de ambos géneros, cualesquiera que sea el contrato que les una con sus empleados-as, y tienen que ser cómplices de la repercusión social que hacen a la sociedad y el entorno donde dirigen sus servicios. La Empresa saludable es más productiva, y el beneficio no solo se reparte en el interior de la empresa, sino que llega al enclave social y geográfico donde se encuentran, sea a nivel nacional ó internacional.

De las numerosas lecciones que nos ha traído la pandemia del COVID, la necesidad de encontrar iniciativas sociales que promuevan la acción social y solidaria con el entorno es de lo más patente, aunque fuese de forma testimonial.

La Responsabilidad Social Corporativa nace desde la convicción de que el trabajo que se realiza repercute no solamente en los bienes de la empresa, y de su potencial desarrollo, sino que también lo hace con la sociedad civil a la que sirve. Las sociedades nórdicas, como Islandia, Noruega y Dinamarca como ejemplos, han sido merecedoras de esta distinción, que ha llevado a sus ciudadanos-as a alcanzar los máximos niveles de bienestar económico y social, producto de la complicidad entre empresas, sociedad civil y gobernantes con este propósito, y que perdurarán durante mucho tiempo. Las empresas necesitan fomentar trabajos con “alma”, evitando aquellos trabajos fútiles que el trabajador/a siente como no propios, fomentando el bienestar corporativo a su alcance, inclusive en las pequeñas empresas, que alcanzan a más del 99% del tejido productivo español, pero también al europeo; y uno de los métodos a utilizar es el denominado Balance del Bien Común, movimiento que nace asimismo en el año 2010, y se extiende en nuestro País entre algunas empresas precursoras, no necesariamente de grandes dimensiones, sino inclusive pequeñas, ó de la economía social.

El Bienestar laboral lo percibe el empleado/a, al compás del comportamiento de su empresa, y ello se refleja en variables tan mensurables objetivamente, como la tasa de absentismo, hoy en España es muy alta, del 6,5% o más según que sectores, la siniestralidad laboral en el trabajo, los accidentes laborales muy alta todavía, en el puesto de trabajo, y en los desplazamientos viarios, la satisfacción del empleado/a, la buena comunicación (Marshall Rosenberg, USA ya la trató como CNV), y el compromiso entre otros. Las tres “E” (Ética, Excelencia y “Engagement” (compromiso) son baluartes de una empresa de reconocido pro bien común, que comentaba anteriormente.

La apuesta sincera por la Responsabilidad Social Corporativa, no puede ser nunca un lavado de imagen (“greenwashing”) ni una acción puntual de mercado , sino tiene que ser co-responsable con toda la jerarquía y cuadros de mando de la empresa, que promocione ésta de forma tangible, y duradera en el tiempo.

Hay un concepto anglosajón “Accountability” que merece ser expresamente citado, porque resume de alguna forma este vínculo entre empresa y sociedad civil a la que sirve, mostrando aquellas virtudes que hacen que la empresa se inserte de lleno en la sociedad a la que da servicio y devuelva en una parte sus ganancias. Y no hablamos solo de términos locales porque los modelos innovadores de Bienestar, como el MBO contemplan aspectos personalizados de bienestar no solamente para los empleados sino para los otros servidores de empresas multiservicios que colaboran conjuntamente con ella, como “stakeholders, y así el bienestar se expansiona hacia el exterior, promoviendo el bien común también a todos los proveedores, mejorando las condiciones de seguridad y salud para todos.

Los 17 ODS Objetivos de desarrollo sostenible que propugnó la ONU, no podrán hacerse realidad sin un trabajo digno (ODS 8), una educación de calidad (ODS 4), una reducción de desigualdades ó una igualdad de género (respectivamente ODS 10 y 5), que concluya en una mejoría de la salud (ODS 3) y el ambiente con el cambio climático (ODS 13), porque todos ellos con los demás van juntos al unísono, y muchos de ellos tienen directa ó indirectamente que ver con esa Responsabilidad Social Corporativa, y el Movimiento por el Bien Común, como he alegado en un principio. Lo demás, sería negar las evidencias. Hace años sentí una frase, a recordar “no podemos tener una economía sana a base de generar personas enfermas”. La Salud es un bien preciado, que nace no solo en el cambio de hábitos, costumbres y conductas, sino también en el entorno más próximo, y el aire que respiramos, entre otros muchos, y es fácil perder la salud y muy difícil recuperarla según en qué casos, y me refiero más en concreto en el ámbito laboral, en el que estamos comprometidos.

La Responsabilidad Social corporativa es un retorno a la sociedad por los servicios y bienes recibidos por las empresas, y eso encaja con la Sostenibilidad, tan nominada, pero ésta puede hacerse insoportable, y hasta falaz si no se hace con equidad y ética desde sus fundamentos.

Hay muchos ejemplos de actuaciones empresariales que interactúan con el medio social y lo favorecen con sus acciones por parte de empresas que tienen en su “misión” este propósito innovador, desde cooperativas de renombre y otras más humildes.

No es ésta una utopía, el cambio propuesto. Plataforma laboral life lo hace desde sus inicios con este intento, tratando de adoptar un Pacto Solidario, que sea el “meeting point” (punto de encuentro) en esta mejora del Bienestar en las empresas saludables, que propugnamos.

José María Aguirre Fdez. de Arroyabe
Médico del trabajo, y prevencionista de riesgos laborales. Graduado social