DIVERSAMENTE JUNTOS

Las organizaciones que promueven la diversidad y la inclusión entre sus prioridades empresariales tienen como prioridad el desarrollo y la puesta en valor sus empleados.

Una empresa que apuesta por la diversidad se traduce que sus empleados serán valorados y respetados en igualdad de condiciones sin sesgos excluyentes.

Alguien dijo que diversos es lo que somos e inclusión es lo que hacemos para ponerlo en valor.

Es primordial por tanto implementar un plan de acción que contemple variables orientadas a la promoción y desarrollo de la diversidad humana en la organización:

* Hay que promover, establecer y fijar objetivos que hagan efectiva, real y experienciable la diversidad y la inclusión entre los empleados.

* Tenemos que evitar el uso de sesgos de manera fehaciente. Es aconsejable establecer cupos que contemplen comunidades diversas según edad, cultura, género, diversidad funcional, habilidades y competencias.

* Realizar procesos de selección que respondan a criterios inclusivos y diversos en los perfiles que se contratan.

* Elegir líderes que muestren la diversidad de perfiles en todos los niveles operativos y ejecutivos de la organización.

* Formar a los empleados en diversidad e inclusión. Conocer y comprender qué significa y aporta la diversidad e inclusión para su bienestar, su desarrollo profesional y personal tanto individual como comunitario.

* Promover la constitución de comités de empleados que ayuden a desarrollar la diversidad y la inclusión en sus grupos de trabajo. Son los denominados ERG (employee resource group), grupos de empleados que voluntariamente supervisan y constatan la implementación real de la diversidad en sus centros de trabajo.

* Fomentar la colaboración y la coordinación entre todas las áreas de trabajo, facilitando herramientas que aumenten la comunicación fluida y bidireccional.

* Medir implantación de la diversidad y la inclusión. Evaluar y valorar el alcance real de la implantación de la diversidad en todas las áreas de trabajo. Es fundamental para dimensionar y mejorar la efectividad de las acciones realizadas.


Un empleado que se siente reconocido y valorado por lo que es y por lo que puede aportar a la organización estará más dispuesto a comprometerse y a hacerse cargo de sus responsabilidades.

La organización por su parte aumentará las oportunidades para desarrollar una comunidad de empleados que se identifican y se alinean con los objetivos, fines y los valores de la empresa.

Sin duda las empresas diversas e inclusivas generan entornos mucho más colaborativos lo que sin duda los prepara para aportar las soluciones más innovadoras y flexibles que facilite su adaptación a entornos complejos y volátiles.

Apostar por la diversidad y la inclusión en una organización tiene una correlación inmediata en la mejora de la cuenta de resultados.

Ahora bien, no nos equivoquemos, para que ello suceda, hay que informar, cuidar y apoyar a los empleados en todo el proceso de creación y puesta en valor de la inclusión y la diversidad. Han de experimentarlo y percibirlo en su día a día para retroalimentarlo, renovar su influencia y su calado real en toda la organización.

Ya lo decía André Lorde:
“No son nuestras diferencias las que nos dividen. Es nuestra incapacidad para reconocer, aceptar y celebrar esas diferencias”.

Ángela Moreno
Antropóloga