Plataforma Laboral Life

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La educación en Seguridad y Salud laboral como vehículo Humanista en las organizaciones

La formación es, según la Real Academia de la lengua (RAE), preparar intelectual, moral o profesionalmente a una persona o a un grupo de personas. La RAE define la educación como dirigir, encaminar, doctrinar.

Pongamos un ejemplo para comprender mejor estos dos conceptos aplicados a la seguridad y salud laboral. Si enseñamos a una persona a conducir un vehículo la estamos formando. Si nuestros esfuerzos hacia una persona van dirigidos a inculcar la importancia que hoy día tiene conducir un vehículo con seguridad, la estamos educando. ¿Cuántas veces no han visto a un trabajador subido a una cubierta con un riesgo grave de caída en altura? ¿Y cuantes veces hemos comprobado que disponía de una formación para trabajar de manera segura? Sin embargo, el riesgo se asume, no porque para el trabajador su vida no tenga valor, lo que no tiene valor para él es trabajar con seguridad.

Tras definir estos dos conceptos, ambos parecen importantes en el mundo de la seguridad laboral ¿no lo creen? Sin embargo, ¿saben cuántas veces se menciona la palabra educación en la normativa de prevención de riesgos laborales española? Solo dos veces, que cito a continuación:

Capitulo II art. 5 de la ley 31/1995: las Administraciones públicas promoverán la mejora de la educación en materia preventiva en los diferentes niveles de enseñanza y de manera especial en la oferta formativa correspondiente al sistema nacional de cualificaciones profesionales, así como la adecuación de la formación de los recursos humanos necesarios para la prevención de los riesgos laborales.

Y en el Art. 2 del Real Decreto 860/2018, Actuaciones a desarrollar por las mutuas en la planificación de sus actividades preventivas…al desarrollo de la I+D+i y a la divulgación, educación y sensibilización en prevención de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales…


El concepto de formación aparece citado más de 500 veces si consultamos los códigos electrónicos en Prevención de riesgos laborales publicado en 2023 por la Agencia Estatal Boletín oficial del Estado.

No es casualidad por tanto que cuando a los profesionales de la seguridad y salud laboral se les mencione la formación en prevención, citen a menudo la normativa y pongan numerosos ejemplos de cómo llevarla a cabo en sus organizaciones. En cambio si nos mencionan la educación en prevención, probablemente digamos que eso no forma parte de sus competencias. Si nos atenemos a la normativa antes citada, efectivamente no lo es. ¿Debemos por tanto ir a los requisitos mínimos que la ley establece o bien debemos ir siempre por delante porque lo que está en juego es la vida y/o la calidad de vida de las personas? Yo me decanto por la segunda opción.

Es tendencia el aprovechamiento de las nuevas tecnologías para la realización de formaciones que sean más atractivas y didácticas. En este sentido están apareciendo formaciones que incluyen realidad virtual en situaciones que permiten prácticas seguras en situaciones complejas, la gamificación, la inteligencia artificial para el monitoreo de un puesto de trabajo in situ y su posterior análisis de riesgos o el uso de simuladores. Son sin duda una propuesta excelente que permite innovar y poner más herramientas a disposición de los profesionales que nos dedicamos a este campo. Pero si la formación no para de innovar y desarrollarse, no ocurre lo mismo para la educación en seguridad y salud laboral. ¿En que repercute esta contraposición? En que los/as trabajadores/as saben como hacer un trabajo seguro, pero no siempre lo hacen. Y si, es cuestión de avanzar en la cultura preventiva de una empresa, pero antes, es imprescindible en educar en valores preventivos, en caso contrario corremos el riesgo de actuar de cara a la galería por miedo a sanciones o penalizaciones, pero las conductas inseguras no cesen. Y es que educar no es crear unas normas y hacer que la gente las cumpla. Educar es guiar a las personas a que sigan unas normas porque para ellos/as es importante seguirlas. En la formación el cambio se produce por medios externos, en la educación el cambio se da en uno mismo. Cito a dos referentes que lo remarcarán mejor que yo:

Cuando Thomas Edison le preguntó a Albert Einstein cuál era el valor de la velocidad del sonido, éste le contestó: “No lo sé, procuro no cargar mi memoria con datos que puedo encontrar en cualquier manual, ya que el gran valor de la educación no consiste en atiborrarse de datos, sino en preparar al cerebro a pensar por su propia cuenta…

Nuestro método de formación es educar desde dentro, en lugar de instruir desde fuera: ofrecer juegos y actividades que además resulten atractivos para el muchacho, lo eduquen seriamente en el aspecto moral, mental y físico.” Robert Baden-Powell, Fundador del Movimiento Scout Mundial.

Bien, yo creo que estamos de acuerdo que la educación en seguridad y salud laboral es relevante, pero ¿cómo la ponemos en práctica en nuestras empresas? Por mi experiencia, propongo integrarla mediante 7 pilares:

Pilares de la educación en seguridad y salud laboral



1.- La educación no es una meta, por tanto, que nadie pretenda marcar como objetivo fechas. La educación debe ser un hábito, siempre se estará dispuesto a guiar a los profesionales a que realicen un trabajo seguro porque crean realmente que es el único camino a la excelencia.

2.- Se educa con el ejemplo. Decía Einstein que educar con el ejemplo no es una manera de educar, es la única. Nadie puede pretender crear una cultura preventiva eficaz en la empresa si los jefes/as no se atienen a las mismas normas que el resto de los profesionales.

3.- La mayor fuerza de la naturaleza para educar es la Pasión. No se puede educar si el educador no cree en lo que enuncia, sino transmite fuerza cuando guía. Estoy convencido que la educación en seguridad y salud debe comenzar desde edades muy tempranas, pero si los educadores responsables no creen en su importancia, seguramente por desconocimiento, poco se puede esperar en el futuro. En las empresas cuentan para educar con los profesionales en seguridad y salud, si ejercen esta profesión con una sonrisa en la cara, yo les aseguro que no les faltará pasión por su trabajo.

4.- Se debe educar en positivo. Siempre con carácter constructivo, sin recurrir al miedo, a la amenaza o a la intimidación. Esta demostrado científicamente que las emociones positivas activan de manera magnífica las estructuras subcorticales del cerebro y se aprende de manera más eficaz.

5.- “Las personas en el corazón de las empresas” es un lema de la organización Mieses Global, de la que formo parte. Y es que toda acción preventiva que realicemos en las empresas debe tener como objetivo mejorar las condiciones de trabajo de los profesionales, ya que son el activo más importante de las empresas.

6.- Apostar en innovación. Formar y educar no son lo mismo, pero se alimentan mutuamente. Encontrar métodos de formar o educar más efectivas conforme a las nuevas tecnologías o metodologías que surgen cada día y según lo que mejor se adapte a nuestros profesionales. Decía Leonardo Da Vinci que la Experiencia es la madre de todas las ciencias, por lo que se trata de experimentar que nos viene mejor a nuestra organización.

7.- La educación no conoce límites en su manera de ser comunicada. Una empresa puede utilizar correos electrónicos, carteles, infografías, circulares internas, cartas, etc. para tal fin. Un buenos días, gracias, perdón, por favor… del Director/a de la compañía a los/as trabajadores/as puede ser una forma eficaz de educar a los/as trabajadores/as. Si el/ella lo hace como no lo voy hacer yo.

En un mundo cada día más virtual y con la paulatina integración de la Inteligencia artificial en las organizaciones, las personas que las ocupan siguen siendo el mayor valor para los prevencionistas. Las nuevas tecnologías vendrán a favorecer la identificación de riesgos, predecirán circunstancias que los humanos no vemos, acelerarán nuestro trabajo, realizarán trabajos de riesgo y un sinfín de ventajas, pero nunca perdamos nuestra referencia, LA VISIÓN HUMANISTA en las empresas. Las máquinas se programan, las personas se educan.

Como decía Nelson Mandela “La educación es el arma más poderosa para cambiar el mundo.” Creo que no estaba muy equivocado.

José María Martín Ojeda.
Licenciado en Química. Téc. Sup. de PRL en SAS. Prof. col. Máster Universitario de PRL en la UOC. Asociado de Mieses Global.


Martes, 19 de septiembre de 2023

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