Plataforma Laboral Life
Es un placer dirigirme a los amigos de Laboral-Life por invitación de su coordinador Manuel López Jerez, emprendedor social comprometido, con quien comparto amistad e ideales por construir organizaciones saludables que dignifiquen el trabajo y generen salud y bienestar.
Llevo una vida dedicado a construir un Prevención generadora de valor, regida por principios de Dignidad y de Excelencia, formando a profesionales en este campo y ayudando a organizaciones a evolucionar. Pero he de decirles, que a pesar de los grandes esfuerzos y avances habidos, no estoy satisfecho. No lo estoy, porque muchísimos profesionales de la SST tampoco lo están, y porque no observo una integración de la prevención efectiva y transformadora en la mayoría de nuestras organizaciones, especialmente en las pequeñas, muy necesitadas de ayuda directa para sobrevivir. El sistema económico prevalente guiado por el lucro y la continuada explotación de recursos de todo tipo, no lo ha favorecido. De la indiferencia al otro se ha desarrollado la Economía actual que mata, la que destruye la vida (así lo manifiesta el Papa Francisco I en su Encíclica: Laudato si), la que genera, sobre todo a partir de la década de los 80, graves desequilibrios sociales y ambientales, desigualdad y un empeoramiento de las condiciones de trabajo. Desde entonces, el Índice de progreso real mundial, no solo se ha estancado, sino que ha descendido. En cambio, cuando las relaciones productivas se basan en el reconocimiento del otro, surge una Economía humanizada en donde el Cuidado a las personas y a la Naturaleza es valorado. Muchas empresas fundamentadas en valores actúan en esta dirección, también de pequeñas.
El futuro del trabajo se presenta incierto. Importantes investigadores y sociólogos americanos como Jeremy Rifkin y Richard Florida han planteado el fin del trabajo en una sociedad de clases en la que una minoría creativa cercana al poder tiene un trabajo bien remunerado, incluiríamos en ella al funcionariado; una mayoría de diferentes cualificaciones con salarios a la baja, y otras muchísimas personas que forman parte del sector informal trabajan en la precariedad o no tienen trabajo. Tengamos en cuenta que los incrementos de la productividad no se han utilizado para liberar a los seres humanos de trabajo y mejorar los salarios, sino para alimentar el crecimiento y la desigualdad. Este modelo podemos y debemos cambiarlo. Repartir mejor el trabajo y adoptar jornadas más cortas sin perjudicar salarios sería clave para construir una economía humanizada y ecológica. El beneficio a la sociedad sería triple: menos desempleo, más calidad de vida y meno presión sobre el medio ambiente, y también las organizaciones funcionarían mejor.
Ante la actual crisis económica, energética, geopolítica,.. y de “valores”, es inaplazable una nueva Economía basada en el conocimiento, el bien común y la cooperación que favorezca una vida digna. Una economía que gire en pro de la “prosperidad de las personas” y no en la acumulación de capital. El Premio Nobel de Economía (1998), el bengalí Amartya Sen, un referente en Economía del Bienestar y la Justicia, manifestaba que la prosperidad depende de las “capacidades” que tienen las personas para vivir dignamente en un entorno de libertad, más allá de aspectos materiales. Vivir bien, dignamente, no consiste en tener más, sino en liberarnos de la presión del medio para vivir mejor con menos. Y aprovecho también en citar a Stuart Mill, uno de los padres de la ciencia de la Economía que escribió hace 150 años, junto a su amigo Jeremy Bentham, que el verdadero progreso social de una sociedad se produce cuando se incrementa su felicidad, entendida como el bienestar para el máximo número de personas. Su teoría, catalogada con acierto como “utilitarista”, ha sido tergiversada al reducir el beneficio del progreso casi exclusivamente a términos monetarios. En los últimos días de su vida tras finalizar su cálculo de la felicidad dijo lo siguiente en su Autobiografía:
Las dimensiones psicológicas y espirituales de la condición humana son: el amor por la naturaleza, las emociones más profundas, la empatía hacia los otros, la pena por la fugacidad de la vida y el deseo inherente de luchar por una sociedad mejor. S. Mill
No sirve culpabilizar al “sistema” o a quienes ostentan el poder de los males que sufrimos -aunque hay que entender cómo se manejan- y tampoco justificar nuestra limitada implicación e inoperatividad, ya que ello no hace más que favorecer que todo siga igual. Evolucionaremos en nuestra forma de pensar y actuar si nos esforzamos en conocer la compleja realidad en la que estamos inmersos, procuramos liberarnos de la presión y carga de subjetividad que nos condiciona, y nos implicamos estratégicamente en los procesos de cambio que el mundo necesita, empezando por nosotros mismos y actuando en nuestro entorno próximo. O sea, cuando despertamos y tomamos consciencia que en sociedades democráticas los cambios dependen en gran medida de nuestros comportamientos. Y que somos mucho más efectivos cuando actuamos de forma organizada, cooperando en alianzas para enriquecernos mental y espiritualmente, como la que nos hemos planteado entre Laboral-Life y Mieses.
Evidentemente, los profesionales de la SST estamos comprometidos en generar Salud, pero hemos de hacerlo cuidando que el trabajo sea elemento fundamental de creatividad y de prosperidad. Si el trabajo no es seguro y “creativo” es pura explotación. Siempre creí imprescindible ampliar el horizonte de la SST para potenciarla y que fuera motor de Excelencia. Fruto de investigaciones que he llevado a término en el INSST en centenares de empresas con compromiso social, hemos demostrado la correlación lineal entre el nivel de Excelencia alcanzado, siguiendo el Modelo EFQM (European Quality Management Foundation) y el de SST, según la aplicación efectiva de la reglamentación. Y las evidencias son obvias, las empresas de éxito se fundamentan en valores, actúan con transparencia, creen en las personas, apoyan su formación continua y su participación activa en todo lo que les afecta, innovan en todos los ámbitos, y exigen un liderazgo consciente y transformador. No olvidemos que las cosas que funcionan suelen ser sencillas siempre que exista un clima de diálogo y de transparencia en el que se garantice la dignidad en el trabajo. Porque considero que todo trabajo por sencillo que sea es digno si la persona es consciente de la utilidad de lo que hace y aprende de ello para actuar con profesionalidad, está en un entorno social afectivo del que recibe apoyo y la ayuda necesaria para un buen desempeño, y como ser social, se siente reconocido y aceptado por el grupo al que pertenece en su organización y en su medio. La persona debe poder encontrar significado en su trabajo.
El marco reglamentario en SST, la Estrategia Nacional de SST 2023-27, la Declaración de Luxemburgo para la promoción de la Salud laboral, junto a los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) -los cuales ofrecen una visión holística e integradora- dan un impulso conjunto a la Salud laboral y a la Sostenibilidad. Vemos como transitamos aunque lentamente de una Prevención reactiva y legalista a una de INTEGRAL ante todo tipo de daños, incluidos los ambientales, y también PROACTIVA y PREDICTIVA, con una efectiva capacidad anticipatoria y de autocontrol aprovechando los avances de la Inteligencia Artificial. Pero es necesario cambiar la mirada para generar más valor en nuestra actividad.
Tengamos en cuenta que la SST es el único sistema de gestión cuyos protagonistas son los trabajadores/as, y está reconocido que el capital intelectual, que incluye el capital humano, es el principal activo de una organización. Quiero puntualizar que la inversión en lo humano es la única que genera rendimientos crecientes, cuando por el contrario, las inversiones en bienes materiales, aunque necesarios, tienen rendimientos decrecientes porque requieren renovarse por el uso o por los propios avances tecnológicos.
La Salud laboral y la Sostenibilidad debieran ser gestionadas de forma conjunta porque además de responder a necesidades fundamentales, tienen profundas afinidades entre sí. Solo podremos cuidar de manera efectiva a la Naturaleza si aprendemos a cuidar de las Personas y viceversa. Y ambas tienen valor estratégico para la organización. El primero, que los trabajadores encuentren “Propósito” en sus cometidos realizando productos y servicios necesarios en condiciones dignas. El segundo, convertirlas en fuentes clave de innovación, esencial para la pervivencia empresarial ante las amenazas ambientales existentes y las exigencias de la ciudadanía, consciente de su trascendencia. Los profesionales de la Salud y la Sostenibilidad hemos de dominar el lenguaje empresarial para poder concienciar y ayudar a gestionar procesos de cambio con esta visión, aún con limitado reconocimiento social.
Precisamente, Guy Reader, Director de la OIT, dijo recientemente: “el futuro de la humanidad tiene dos grandes retos: garantizar un trabajo decente y actuar con acierto ante la crisis climática derivada fundamentalmente del consumo de combustibles fósiles y del agotamiento de los recursos naturales”. Ello se conjuga en el ODS#8
Hace cinco años fundamos MIESES Global (Movimiento Internacional por la Excelencia, la Salud empresarial y la Sostenibilidad), una asociación sin ánimo de lucro, presente ya en todas las CC.AA de España y en la mayoría de países hermanos de América, integrada por personas y empresas en un marco de alianzas con Fundaciones y otras asociaciones y entidades, con la finalidad de crecer juntos y ayudar a las pymes de manera directa a ser saludables y sostenibles. Nos guían principios éticos y de excelencia y los ODS. Lo hacemos fundamentalmente a través de Asociaciones empresariales y sindicales. Recibimos en el año 2020 el reconocimiento de la OIT por nuestra labor y nuestro proyecto asociativo y sus productos cuentan con el aval de tal Organismo Internacional.
Evidentemente, Los ODS no son una panacea y no es fácil que las empresas pequeñas los interioricen con agilidad. Y además, tampoco son obligatorios, pero representan la mejor respuesta a los retos del momento para una transformación orientada a generar un crecimiento inclusivo y respetuoso con las personas y el planeta. Partimos de la base que los empresarios (no los negociantes o especuladores) quieren hacer las cosas bien y saben de la importancia de su equipo humano. Por ello hemos de estar dispuestos a ayudarles de manera directa, eficiente y pragmática.
Es imprescindible para generar cualquier proceso de cambio en las organizaciones conocer el punto de partida y qué representan las personas en las mismas. Para ello creamos el Modelo Mieses 4P de aplicación gratuita como instrumento de diagnóstico, que a la vez es la vía interna de aprendizaje y de generación de conocimiento de nuestros asociados. Con tal Modelo las empresas autoevalúan su cultura empresarial, si lo desean con la ayuda de un asesor acreditado (Las Personas en el corazón, la Prevención de daños laborales, promoviendo salud y el bienestar, el Planeta, garantizando su sostenibilidad y la Prosperidad paga generar y medir los beneficios económicos y sociales de las actuaciones) , lo que nos permite consensuar a partir de un informe automático de resultados, un sencillo plan de acción para superar las debilidades más relevantes detectadas. Complementariamente, mediante una rica colección de guías Mieses, descargables de nuestra web, elaboradas por socios, especialistas en temas clave, se dan orientaciones prácticas a los empresarios.
Cambiar la realidad es difícil, pareciera imposible, pero no lo es cambiar nuestro entorno próximo en un marco de alianzas y de cooperación. Las organizaciones humanizadas se convierten con rapidez en un oasis, contagiando a otras para ir ampliando entre todos el vergel donde antes pareciera un desierto.
El ODS#17 es esencial al promover las alianzas y la cooperación a todos los niveles, como la que hemos establecido con Laboral Life. Compartiremos artículos y documentos de interés, para enriquecernos, desarrollaremos estudios con un interés común, organizaremos eventos con nuestros potentes equipos humanos y pondremos a disposición instrumentos para ayudar a las pequeñas empresas a evolucionar en la senda de la Excelencia. Estas son nuestras intenciones. Y la gran iniciativa de Laboral Life del Pacto Solidario para implicar instituciones públicas y privadas, y al conjunto de la sociedad por un nuevo contrato del trabajo que respete la dignidad humana, pareciera muy ambiciosa y difícil de alcanzar al margen del sistema político, pero no es descabellada. Es un trascendental reto en el que vale la pena profundizar para estudiar su viabilidad.
Amig@s, les invito a estar cerca de nuestros colectivos y disfrutar compartiendo. Cuidaremos de no dejar de aprender y de prender en las organizaciones la chispa de la esperanza y de la alegría que sabemos es imprescindible para generar cambios exitosos en la senda de la Excelencia.
Manuel Bestraten
Exconsejero del INSST y Presidente de MIESES Global
mbestratenb@gmail.com (www.miesesglobal.org)